Confesiones de un intento fallido

Ayer fue un día muy triste para mí.

Estaba haciendo mi tarea y de repente se conectó al messenger un chico (mi exnovio) muy raramente me dijo que lo único que quería era despedirse de mi, yo le pregunté que por qué, pues pense que se iría a algún lado. Él me dijo que ya no quería seguir teniendo contacto conmigo pues eso le hacía mucho daño ya que él me sigue amando y yo sólo le he demostrado indiferencia; y como era de suponerse, le demostré indiferencia por última vez.

Me quedé consternada y pensando si estoy haciendo lo correcto, ¿y si estoy dejando lo mejor de mi vida? ¿y si algún dia me doy cuenta de lo que era para mí y es demasiado tarde?

Bueno pues lo que me tranqulizaba era pensar en mi novio, saber que sin el fantasma de mi exnovio tan cerca por fin podría estar bien con él... jajaja (¡qué tontería!).

Pues al poco tiempo, ese mismo día, por el messenger, me puse a platicar con mi novio y entre otras cosas me dijo que si yo lo que buscaba en él era que su mundo girara entorno a mí, pues que estaba equivocada, que él no buscaba eso y que él sólo quería alguien que lo escuchara y entendiera. Así que con esas palabras me dí cuenta que en él no voy a encontrar lo que realmente busco, alguien que me ame, que piense en mí y que no me considere dentro de su montón de mujeres.

Y si me preguntan ¿qué piensas hacer? La respuesta es que hablaré con mi novio y si me confirma que en él no encontraré lo que busco, pues este será otro intento tristemente fallido.

No se quién eres ni qué buscas en mi

No sé quién eres ni qué buscas en mí ¿Qué te puedo dar? ¿Qué puedo tener que te importe y sea tan especial?

Si tú me preguntaras qué eres para mí, te podría decir que soy adicta a ti, no puedo sacarte de mi cabeza, cada mañana despierto con tu olor impregnado a mi cuerpo y en cada uno de mis pasos te llevo intentando evitar que seas tan importante para mí, porque si comienzas a ser importante, al final podrías lastimarme.

No sé quién eres ni qué buscas en mí, no quiero negarte mi amor pero no creo en tus palabras, ¿Acaso tienes tanto miedo como yo? ¿Me quieres negar también tu amor?

Viví en un sueño del que ya desperté, tengo la ilusión de volverme a enamorar, y te puedo asegurar que lo que tú me entregues yo también te lo daré, si lo que pretendes es que te quiera, te desee y te ame... entonces quiéreme, deséame y ámame también...

Esta noche

Esta noche no es como cualquier otra... esta noche es mágica, es eterna.

Esta noche es la que me transporta, me ilusiona, me enamora... y cuando he llegado a lo más alto del firmamento me detiene y corta mi vuelo para regresarme a la tierra, a la razón... a la realidad.

Mientras miro la luna pienso, divago, creo, sueño, imagino y me ilusiono... ¡y cómo me encantaría ser como ella! Siempre brillante, dando una esperanza a los desolados, acompañando a los tristes, guiando a los enamorados y con su luz iluminando la noche que sin ella sería tan obscura, vacía y triste.

No, no estoy sola... esta noche es mi espejo, la luna mi mirada y el café mi esperanza.

Esta noche es mi espejo, pues está llena de misterios como mi alma, de estrellas que brillan y se apagan así como cada una de mis tantas batallas. La luna es mi mirada, brillante como mi ilusión y mis deseos, profunda como mi pasión y mis anhelos; y el café, el café es mi esperanza pues me permite permanecer despierta para estar atenta por si alguien viniese y a mi puerta tocara, para quedarse, irse y lastimarme o para disfrutar de su sabor amargo y complaciente.

Esta noche he decidido cerrar todas las puertas y quedarme con la luna en mi mirada y mi café que me acompaña.