Esta noche no es como cualquier otra... esta noche es mágica, es eterna.
Esta noche es la que me transporta, me ilusiona, me enamora... y cuando he llegado a lo más alto del firmamento me detiene y corta mi vuelo para regresarme a la tierra, a la razón... a la realidad.
Mientras miro la luna pienso, divago, creo, sueño, imagino y me ilusiono... ¡y cómo me encantaría ser como ella! Siempre brillante, dando una esperanza a los desolados, acompañando a los tristes, guiando a los enamorados y con su luz iluminando la noche que sin ella sería tan obscura, vacía y triste.
No, no estoy sola... esta noche es mi espejo, la luna mi mirada y el café mi esperanza.
Esta noche es mi espejo, pues está llena de misterios como mi alma, de estrellas que brillan y se apagan así como cada una de mis tantas batallas. La luna es mi mirada, brillante como mi ilusión y mis deseos, profunda como mi pasión y mis anhelos; y el café, el café es mi esperanza pues me permite permanecer despierta para estar atenta por si alguien viniese y a mi puerta tocara, para quedarse, irse y lastimarme o para disfrutar de su sabor amargo y complaciente.
Esta noche he decidido cerrar todas las puertas y quedarme con la luna en mi mirada y mi café que me acompaña.
0 comentarios:
Publicar un comentario